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Escrito por Leonardo Lenis   
 

La fundación oficial del club América se remonta al 13 de febrero de 1927. Nace en los barrios populares de Cali, y desde entonces su insignia va cosida al alma del pueblo. La fundación del primer América data del 21 de diciembre de 1918, según Pablo Manrique, su primer entrenador, cuando un grupo de estudiantes del colegio Santa Librada decidió crear un equipo organizado con el nombre que hoy perdura.

El pionero de este incipiente club fue Alfonso Cuevas, quien ocupó el cargo de presidente. Sin embargo, la primera Institución desaparece al año de su nacimiento.

El América que hoy conocemos se llamo en un principio Junior; luego cambió el nombre a Racing, por usar los colores distintivos del homónimo argentino; posteriormente Independiente, y luego, en definitiva, América. Desde entonces el uniforme se caracteriza por el color rojo. 
En 1931 América fue campeón de la segunda categoría y quiso medir fuerzas con su rival de patio, el Deportivo Cali, para observar la posibilidad de pasar a la primera división. Se organizó un campeonato en el cual rojos y verdes disputaron la final. Los jugadores del Deportivo Cali pensaron que ganarían con facilidad, sin embargo la suerte les fue adversa. El Cali anotó un gol, mientras el América marcó dos, pero el árbitro decidió anularlos por supuestos fueras de lugar.

Entonces se perdió el título. Como protesta, el América publicó unos volantes que denunciaban las irregularidades del partido, hecho que la Federación de Fútbol calificó de grave, y suspendió al equipo americano por un año de todos los torneos organizados en el Valle.

Los directivos rojos, en cabeza de su presidente Luis Carlos Cárdenas, toman la decisión de jugar en diferentes lugares del territorio nacional para no dejar morir la institución. Así, los nombres de sus jugadores alcanzaron mucha fama y gloria. La gente llamó al América La Academia Roja, por el fútbol lírico y elegante de Dimas Gómez, Rubén Lizalda, Guillermo Cuero, Canuto y Gonzalo Morales, Guayaquil. Una década después, América llevó a cabo la primera gira de un equipo colombiano por países vecinos, viajó con gran éxito a Ecuador.

El 16 de febrero de 1948, Humberto Salcedo Fernández Salcefer y el doctor Manuel Correa Valencia constituyeron legalmente al América, el primer club profesional de Colombia. Salcefer,quien años más tarde encabezaría la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), fue nombrado primer presidente del conjunto rojo.

Desde entonces, la divisa escarlata ha contado en su nómina con grandes figuras nacionales y extranjeras. Entre los primeros se pueden mencionar a Félix Castillo y Carlos Gómez Sánchez, Edgar Mallarino, Jorge Shinola Aragón, Reynaldo Huequito Cuadros y Francisco Pacheco.

Después de varios años difíciles en términos financieros y organizativos, el América consiguió el subcampeonato nacional en 1960 bajo la dirección del argentino Adolfo Pedernera. Nueve años más tarde logró esta misma distinción bajo la conducción de otro gaucho Angel Perucca. En 1969 
  participó por primera vez en la Copa Libertadores, torneo en el que enfrentó al Deportivo Cali y a los equipos chilenos Universidad Católica y Rangers de Talca, así como a los paraguayos Guaraní y Olimpia.

 

                              La llegrada De Ochoa

A pesar de esos importantes logros, América tuvo que esperar hasta 1979 para sufrir un cambio radical que lo catapultó a la cima del fútbol nacional e internacional: la llegada del médico Gabriel Ochoa Uribe a la dirección técnica del conjunto escarlata. Durante sus doce años de permanencia en la institución se consiguieron siete campeonatos nacionales, dos subcampeonatos y tres subtítulos de Copa Libertadores.

 

En 1992 América consiguió su octavo título nacional, en esta ocasión bajo la dirección técnica de Francisco Maturana y asistencia de Diego Edison Umaña. Este último, a su vez, llevó al equipo rojo al subcampeonato de 1995 y a la final de la Copa Libertadores, en la que fue derrotado por el River Plate de Argentina.

En el torneo 1996/1997 América ocupó el primer lugar durante toda la temporada y consiguió por novena oportunidad el título nacional, además de ser distinguido durante el primer semestre como el cuarto mejor equipo del mundo, según la Asociación Internacional de Historia y Estadísticas de 
Fútbol. Al año siguiente ocupó el cuarto lugar en la tabla general de posiciones.

Por desgracia, la suerte no acompañó al América en la Copa Toyota Libertadores 1998. Aunque pasó la primera ronda contra el Bucaramanga y los equipos ecuatorianos, no pudo superar al Cerro Porteño paraguayo, que lo venció 0-1 y 1-2.

En 1999, bajo la dirección técnica de Jaime de la Pava y Diego Barragán, América nuevamente es animador del torneo y al final del primer semestre del año consigue un cupo para disputar la final del fútbol colombiano en diciembre y el derecho a ser uno de los representantes de Colombia en 
la Copa Libertadores del 2000.

A final de año disputa el título colombiano, pero tiene que conformarse con el subcampeonato luego de perder con el Atlético Nacional. Sin embargo, le entrega a sus hinchas un título internacional al vencer al Independiente Santa Fe en la final de la Copa Merconorte.

La nómina de esta última campaña se caracterizó por contar con once jugadores de las divisiones menores, entre los que se destacaron Carlos Humberto González, Víctor Murillo, Pablo Navarro, Mauricio Romero, Fabián Vargas, Humberto Vera, Killian Virviescas y Robinson Zapata.

En 2000 consiguió su décima estrella después de una brillante campaña y por ende un cupo para participar en la Copa Toyota Libertadores 2001 en la cual llegó hasta los cuartos de final siendo eliminado por el conjunto argentino Rosario Central. En 2001 consiguió su estrella numero Once y con ello el BICAMPEONATO del futbol colombiano y el Cupo a Copa Toyota LIbertadores 2002. Y El primer semestre del 2002 consigue el TRICAMPEONATO gracia al profe de la pava y consigue el cupo a copa libertadores considerandose el mejor equipo de colombia.

 

EL ESCUDO


El Escudo Con El Diablo Que Identifica al america tuvo varias etapas, primero aparecio entre 1940 y 1943 como simbolo de fiesta, ya que los jugadores de ese entonces jugaban como diablos, segun palabras de los protagonistas de la epoca.

Durante los doce años de permanencia en la direccion tecnica del america del medico gabriel ochoa uribe, considero inconveniente el escudo con el diablo debido a sus convicciones misticas y religiosas. Por tal motivo, el emblema en los uniformes solo tenia las estrellas correspondientes a los campeonatos conseguidos.

En 1992, por decision de la junta directiva del club, se elimino totalmente el diablo del escudo del america y solo se conservo  para el area administrativa. en 1997, con ocasion de los 70 años del club, se decidio recuperar la imagen del diablo en los uniformes y en la ropa deportiva. A partir de esa fecha se desterro totalmente el significado malefico que muchas personas le otorgaron y hoy en dia se considera en termino figurativo.

las estrellas significan los titulos obtenidos en: 1979,1982,1983,1984,1985,1986,1990,1992,1997,2000,  2001, 2002 y 2008.

El estadio se denomina pascual guerrero en honor a la persona que vendio el territorio al estado para la construccion del estadio, es decir el señor pascual guerrero.

 

                             Historia Baron Rojo Sur

Muchos son los rumores que se escuchan en torno a la creación de la barra Barón Rojo Sur, y todos apuntan a una influencia mediática -venida del sur del continente- que motivó a algunos hinchas jóvenes a crear un espacio propio dentro del estadio.  Es necesario decir que este fenómeno no surgió por generación espontánea sino que es el resultado de un largo proceso que se inició en la década de los noventa con la conformación de dos o tres barras de corte tradicional animadoras incondicionales del equipo americano y que en su desarrollo dieron paso a lo que hoy se conoce como la barra del Barón Rojo Sur.

En el año 1991, durante el primer partido del cuadrangular final, vio la luz la barra Furia Roja.  La iniciativa de creación la tuvo un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Occidente quienes armados con enormes y vistosas banderas rodaron por el estadio hasta ubicarse en la tribuna Norte donde saltaron y cantaron un solo coro que era lo tradicional.

“En el segundo partido de ese cuadrangular nuevamente aparecieron estos personajes saltando y agitando las banderas, entonces aquellos que teníamos ese sueño de cantar y de saltar en el estadio caímos a Norte al siguiente partido.  Y es ahí donde de forma improvisada y desordenada la barra se agrupa... como una mancha que se mueve por la tribuna.  Esa vez, por la emoción, improvisamos dos o tres cantos con un vocabulario soez y jocoso.  Al finalizar el partido intercambiamos teléfonos” (Edgar Luther).

En el primer clásico del año 92 apareció la barra mejor organizada.  “Llevamos papel picado, llegamos al estadio uniformados, nos saludamos aún sin conocernos y nos ubicamos allá arriba, en el segundo piso de Norte. Esta vez preparamos algún coro y en el desarrollo del partido lo tiramos, cantamos de pie y todo el estadio nos vio con alegría y admiración. La verdad es que la barra creció medianamente y los coros que se imponían tenían cierto aire parroquiano”.  

La característica principal de la barra fueron las banderas.  Era requisito llevar una bandera grande, llamativa y diferente.  “Cada uno ondeaba su bandera.  Se montaban coreografías y al unísono la barra cantaba.  Se causó gran impacto en el resto de hinchas que asistían al estadio por el colorido, los cantos, la emotividad, por la diferencia”.

Cuando se inició el proceso de la barra como tal ya había gente que lideraba el grupo por su antigüedad, el número de integrantes de Furia creció, aunque sus componentes pertenecían principalmente a las capas medias. 

Los fundadores, “niños bien” estudiantes de universidad privada, empezaron un juego de poder con “los de barrio”: trabajadores, obreros de fábrica, estudiantes de institutos tecnológicos, un gran número de habitantes del barrio Petecuy y algunos estudiantes de la Universidad del Valle. 

“Aunque no faltaban las paradojas éramos un parche alimentado por la pasión, fuimos amigos, aprendimos a tolerarnos en la diferencia y esa es una de las cosas que más valoro”.

“En el año 1992, en el partido que América jugaba contra El Nacional, por la Copa Libertadores, la Furia estaba en su apogeo y el Estadio era una fiesta.  Nosotros saltábamos eufóricos y la gradería cimbraba.   De repente éramos el centro de la atención, las cámaras de TV nos enfocaban fijamente, probablemente hasta ahora nunca se había vivido el fútbol de esta manera en ningún estadio colombiano.  Sólo después, en mi casa, entendí que los periodistas esperaban grabar el momento de nuestra caída, puesto que la tribuna Norte estaba partida y se veía mecer sobre occidental, subía y bajaba.  Los periodistas estaban pendientes del momento en que cayéramos, pendientes de la chiva (...). Fuimos forzados a dejar norte y decidimos irnos para Oriental primer piso”. 

Allá el cambio fue drástico, además no todo el parche siguió a oriental, sobre todo los que fumaban bareta y los que no tenían para pagar.  Algunos siguieron en Norte y otros se fueron para Sur.  Ya sumábamos como 500 personas en el estadio, pero de la barra, barra sólo 300.  Se marcó definitivamente una diferencia con las otras barras, las tradicionales.  La característica Animosidad de la Furia, sus banderas, la gente saltando al ritmo de los cánticos y la juventud de sus integrantes crearon una brecha en la hinchada americana.

Paradójicamente, mientras la barra ganaba popularidad y el número de adeptos crecía tanto o más que sus finanzas, a la Furia Roja le sobrevino una crisis.

La gente se cansó de pagar por todo y no ver la plata invertida.  La gota que rebasó la copa fue una fiesta que organizaron para festejar el fin de año.  Todo fue un fiasco.  Nadie supo dar razón del billete.

Corría el año 1994 y una pequeña disidencia se fue para Occidental con el nombre de Estruendo Rojo, pero con la muerte de uno de los líderes de la Furia las cosas volvieron a la normalidad, la Furia se unificó nuevamente.  El equipo rojo vivía la era de Maturana, y la hinchada no estaba contenta.  Aún la Furia, que se caracterizaba por ser incondicional, la emprendió contra los jugadores y el técnico. Además el exceso de alcohol en la cancha menguó la forma de alentar de la barra.  Muy pocos continuaron en Oriental, otros volvimos a Sur y un combo de sardinos -3 o 4 rockeritos que nunca tuvieron voz ni voto- se fueron para Norte y pusieron el punto alto allá.

“Cuando llegamos a Norte, la Furia era ya un recuerdo.  La verdad es que yo nunca compartí la ideología con los líderes de esa barra.  Me tocaba ir porque era la única barra joven que había y porque algunos amigos míos también iban (...) Desde pequeño idealizaba algún día ver una barra distinta a todas, un parche único.  Yo pensaba en algo grande, pero como no tenía oídos atentos, mis ideas siempre sonaron absurdas.  El combo en Norte era pequeño pero fiel y nació de pura alegría, me tocó convencer a la gente para armar una disidencia” (Harold “El Muerto”).

Un día se encomendó a un man de la barra hacer un trapo para poner en Norte y por alguna inexplicable razón  le puso Torcida y todos empezaron a llamar así a la barra, aun cuando este nombre nunca fue tomado por la barra como tal.

La cosa fue en Norte segundo piso, con un grupo no muy grande.  Pero un asunto sí fue claro, como transición importante Torcida no cantaría coros de la Furia, pues en la mayoría se generó malestar contra la antigua barra.

La barra creció y aparecieron nuevas personas cada vez más jóvenes.  Se popularizaron las caras pintadas, volvieron las banderas, aparecieron los estampados del Ché, se empezaron a adaptar canciones de Fito Paez y de otros cantantes argentinos y el reconocimiento se hizo mayor.

 

Vinieron los partidos de la final de la Libertadores en el 96, la barra llenó la tribuna y alentó con fuerza a pesar del traspiés futbolístico.  El núcleo de la barra se conformaba por aproximadamente 200 personas, hinchas experimentados de anteriores procesos, agrupados de forma algo irregular pero  comprometidos con la pasión.

Localizados en norte durante la final del año 1997 y en plena algarabía por la celebración del título, la pancarta de la Torcida que se exhibía sobre la tribuna fue destruida misteriosamente.  Este hecho marcaría el último y definitivo desplazamiento de la barra por el Pascual.

“Mi idea siempre fue el nombre de Barón Rojo, porque me gustaba esa banda española de metal, escuchaba varias de sus canciones... “Hijos de Caín”, “Tierra de Vándalos”, “nos vamos para el infierno”, temas con los que me identificaba.  Y un día cogí un trapo que estaba en mi casa y pinté con letra gótica blanca: Barón Rojo, una pancarta de ocho metros de largo.  El primer trapo de la barra, que no era Sur todavía”.

El nombre también hacía referencia explícita a Manfred Von Richthofen, uno de los más bravos y aguerridos pilotos alemanes de la primera guerra mundial conocido como el Barón Rojo.  En aquel entonces se propuso trasladar el colectivo a la tribuna Sur, ya que estando allá se posibilitaría el crecimiento del grupo, además era la tribuna más popular y por tanto el espacio natural de la barra.  Desde entonces se adopta el nombre de Barón Rojo Sur.

El paso a la Sur no fue fácil, en el segundo piso de esa tribuna se ubicaba un grupo de hinchas veteranos conocido como el parche de “Páginas Amarillas” con el cual hubo constantes enfrentamientos, impidiendo  el crecimiento de la barra.

El grupo decide entonces ubicarse en el primer piso de la tribuna. En este período hubo altibajos. A veces el número de hinchas era nutrido, mientras que otras veces sólo los fundadores aparecían por el Pascual.  Los líderes de la barra decidieron entonces tomar cartas en el asunto, diseñando una estrategia que permitiese que la popular se colmara en cada fecha, llegó gente de todo tipo, algunos sólo por curiosidad, pero para muchos la barra se convirtió en  una forma de vida.

Fue una época dorada para el BRS; el equipo rendía y la barra rendía, se hicieron los primeros viajes, se publicó el primer “Volumen Brutal”,  se compusieron nuevos cantos, se diseñó un nuevo frente, se tomó nuevamente el segundo piso y existía un protagonismo mediático que señalaba al BRS como una de las barras más violentas en el ámbito suramericano....

Hoy por hoy, el Barón Rojo Sur alberga tantos simpatizantes que se hizo necesario dividir la barra por sectores, y existen alrededor de la ciudad los denominados Bloques con sus respectivos líderes.  También cuenta en su prontuario con página web, con publicaciones autogestionadas, con el récord de ser la primera barra en haber acompañado a un equipo colombiano fuera del país (Perú y Ecuador en el año 2000).

“El BRS se convirtió en una epidemia, pues la barra sobrepasó la ciudad y donde uno va encuentra gente de la barra, filiales regadas por todo el país, es un movimiento abierto a todos”.

En el año 2003 la barra mostró su madurez y su grandeza.  Siempre, en todos los estadios donde el América jugó hubo presencia de la barra.  Los viajes masivos por todo el país y el continente – Ecuador, Venezuela, Paraguay y tres partidos en Argentina-, las salidas más vistosas del país, el carnaval antes, durante y después de los partidos (por primera vez en Colombia un partido tuvo que ser detenido por un evento no violento en la cancha, contra el rival de patio), los mejores cantos originales y el aguante en constante crecimiento, permiten que hoy, sin lugar a dudas, el Barón Rojo Sur se posicione muy por encima de las demás y se haya convertido en una presencia imprescindible para la institución Americana.

Esta historia está lejos de llegar a su fin, hasta ahora los logros han sido enormes, pero el camino aún no termina, el Barón Rojo Sur está en permanente evolución y cada vez  se hace más necesario el compromiso de todos, porque ser Barón Rojo es más que un estilo de vida, es la vida misma.

 

            
                           Historia Disturbio Rojo Bogota

 

Para hablar del nacimiento de DISTURBIO ROJO BOGOTÁ, hay que remotarse al año de 1994 cuando doce jóvenes capitalinos al ver el gran numero de hinchas americanos en la capital de la república y la ganas y la pasión que se sentía hacia el equipo, nace la idea de conformar una barra, una barra que fuera organizada, que tuviera un gran numero de integrantes, que cantara y saltara los 90 minutos que viajara donde sea para ver el equipo, esta idea dio su comienzo en el año de 1997, para ese año la barra ya contaba con 100 integrantes, se empezaron a organizar reuniones con el fin de comprar implementos, como el frente, el bombo, tiras y demás, cada que AMERICA venia a Bogotá se veía poco a poco que la hinchada crecía mas y tenia mas fuerza, el 10 de Mayo de este mismo año la barra organiza su primer viaje oficial, el destino fue Ibague, se desplazaron alrededor de 200 hinchas Americanos desde Bogotá, así se empezó a escribir una gran historia por las carreteras y estadios del país, cada que América jugaba había una mancha roja en cada estadio que brincaba y saltaba todo el partido, ganara o perdiera la hinchada estaba ahí, se empezó a carnetisar a los integrantes se destino un grupo central llamado cúpula, que tenia la labor de dirigir y organizar la gente para el buen funcionamiento de la barra, en este año gracias a la buena organización y lealtad la barra se reconoce oficialmente por el club como hinchada oficial del América de Cali. El año de 1997 fue un gran año para la hinchada Capitalina, se organizaron números viajes entre ellos el clásico ganado 3 a 0 que definió el cupo a la Copa Libertadores, pero ahí no acabo la alegría del Club y la hinchada, se jugo la final del torneo Colombia contra el Bucaramanga, la barra desplazo alrededor de 500 hinchas a Bucaramanga y Cali, el premio fue la copa la novena estrella, la primera gran alegría para la barra, la hinchada festejo sin parar, dimos y somos la primera y única barra en dar la vuelta olímpica con el equipo y con el frente de la barra en el estadio Sanfernandino. Para el siguiente año la barra era conocida por todo el país, todas las demás barras Colombianas la conocían por sus numerosos viajes y aguante por Colombia, para este año las barras tomaron el ejemplo de Disturbio Rojo y se ven numerosas caravanas de varias hinchadas por las carreteras del país, esto genero inconvenientes en carreteras y numerosas peleas, donde la barra empieza a ganar sus primeros trofeos, y se hace respetar y ser temida por las demás barras Colombianas. En Bogotá cada que jugaba el América parecía local, llevando siempre la misma cantidad de hinchas de los equipos de Millonarios y Santa Fe, y algunas veces mas, la fiesta en Bogotá y en las canchas colombianas tomaba un color escarlata cada que América jugaba. La fiesta y la pasión que desfogaba el AMERICA y la barra en las canchas Colombianas fue tanta que se empezaron a unir "filiales" fue así como nació el "DISTURBIO ROJO BUCARAMANGA" con mas de 300 hinchas oficialmente carnetizados y junto con ellos y muchas filiales mas, siguió el carnaval escarlata por las canchas Colombianas.Para 1999 año de viajes a lo largo de nuestro territorio y numerosos inconvenientes como el metro en Medellín, América gracias a su excelente campaña tendría que disputar dos finales La Copa Mustang por el rentado Colombiano, y La Copa Merconorte por el torneo Suramericano, Disturbio Rojo viajo con gran numero de hinchas siendo reconocido por la prensa y los noticieros nacionales, el premio esta vez seria la Copa Merconorte ganada en Bogotá contra Santa Fe, el colorido para esa gran final fue hermoso, humo, extintores, rollos, papel picado bengalas y al finalizar el encuentro nos tomamos la Carrera 30 con mas de 1000 integrantes para cantar, festejar y acompañar al equipo hasta el hotel donde se hospedaban, la celebración de la copa fue monumental, se traslado hasta el otro día acompañando a los jugadores al aeropuerto para despedirse de a Capital. 
 En el año 2000 se cumple el sueño de todos los hinchas Americanos que viven en la capital de la república, por motivos de remodelacion se hace cierre al estadio Pascual Guerrero en Cali, y la casa del América para el Torneo de la Copa Toyota Libertadores, no podía ser otra que Bogotá, donde América tenia una de las hinchadas mas fieles en toda su historia, para los partidos de Copa América fue mas que local, se hicieron asistencias que en años el estadio Nemesio Camacho el Campin no había tenido por las pobres asistencias de sus respectivos equipos, se organizaron las mejores salidas de Colombia vistas hasta ese momento con mas de 60 extintores por partido, alrededor de 4000 mil rollos, y papel picado, además de eso haciendo sentir a los equipos visitantes la localia, con miedo y respeto a la plaza organizándoles numerosas bienvenidas, también siendo reconocidos ante Suramerica por reportajes y comentarios hechos por el canal Fox Sport a la barra. 

En este mismo año se da un gran paso para Disturbio Rojo, se organiza el primer viaje Internacional de la Barra (el segundo en la historia del barrismo en Colombia), la barra viajo a la Capital de Ecuador a alentar al América. 
En este mismo año y como premio por la fidelidad se sus hinchas América consigue su décima estrella, celebrada por mas de 800 hinchas rolos en Cali.

Para el año 2001, la barra es reconocida en Suramerica como hinchada popular del América de Cali y unas de las mas fieles, para este año se organizo el segundo viaje internacional esta vez, el destino fue Venezuela, con dos buses (Aveno Capital y La Fúnebre) el resultado fue favorable y festejamos en Venezuela haciendo conocer la fiesta y la alegría en San Cristóbal. Meses después en el mismo año la banda vuelva a cruzar la frontera esta vez de nuevo a ecuador para apoyar al América en uno de sus encuentros. A final de este año y ya como costumbre América se corona nuevamente campeón poniendo la estrella numero once es su escudo.
La hinchada comienza el año 2002 con un gran número de integrantes, también es reconocida nacionalmente e internacionalmente, y se empieza un año lleno de proyectos y de aguante para el DR la hinchada viajo y apoyo durante todo el primer semestre al equipo, en el ultimo partido de la Copa Mustang I, América se enfrentaría ante nacional como visitante, de Bogotá estuvieron presentes 4 buses, la fiesta se formo desde la tribuna y se traslado a la cancha donde América siendo superior venció 2 goles a 0 a nuestro pequeño hijo, lo que genero grandes inconvenientes fuera y dentro del estadio Atanasio Girardot, horas después en carretera mas exactamente en Cisneros Antioquia se genero una fuerte combate entre los 4 buses del DRB y 8 buses de lds Bucaramanga la pelea se extendió por largo tiempo dejando buses dañados, robándoles tiras banderas bombos y las camisetas de los integrantes de los del sur, cuando se estaba dando fin a los disturbios apareció una camioneta con hombres armados integrantes de las AUC de antioquia quienes buscaban a los “Hinchas Rolos de Bogota” injustamente y cobardemente fue arrebatada la vida de Juan Manuel Bermúdez Nieto (CHAMIZO) y Alex Julián Gómez (QUEMADO) dos integrantes que habían nacido con la barra que estuvieron presentes en todas partes con América y la hinchada para quienes el barrismo era una forma de vida, el golpe a DISTURBIO ROJO BOGOTÁ y el barrismo Colombiano fue extremadamente duro, muchas fueron las ideas, acabar la barra, tomar venganza, pero la decisión tomada por la CUPULA fue seguir al frente por nuestro amor al equipo y cambiar la forma de pensar de los integrantes y la barra, dejar atrás aquellas épocas de golpear robar y generar actos vandálicos que nada tenían que ver con fútbol, por seguir de corazón al equipo, apoyarlo y formar grandes espectáculos en los estadios del país, el paso no se dio solo, con ayuda de la Fundación Juan Manuel Bermúdez Nieto y Goles en Paz se viene trabajando por el crecimiento intelectual y personal de la barra. Después de aquel duro golpe muchos integrantes que no creían en el cambio de la barra o no querían la paz se retiraron, pero la barra con la ayuda moral del equipo quienes presentaron sus condolencias e hicieron varios homenajes a nuestros hermanos caídos nos dio fuerza para seguir con la gran historia que Disturbio Rojo Bogotá a escrito en el barrismo de Colombia.

 

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